miércoles, 18 de noviembre de 2009

Bastaron unos minutos para perder el control. No te pensé capaz, dijiste lo que necesitaba oir justo antes de mi muerte.
Volví a sentir esa extraña sensación de inmortalidad, volví a pensar que puedo morir en el camino a la gloria. Tus manos se deshacían, eran casi de aire... Y yo, pensaba mucho y no entendía nada. Cómo fue que paso? Ni en sueños lo habría vivido igual, eran deseos contenidos, a punto de explotar.
Basto con un par de minutos solos, como antes cuando te amaba, como cuando no me importaba nada mas que tus ojos.
Quiero volar de tus recuerdos, quiero olvidarme de tus labios, de tus manos, de tu cuello, de tu pelo; porque mi corazón no da mas, no aguantaría otro de tus episodios de maldad.
Siento que es mejor así, no estamos juntos pero estamos mas cerca que antes. Se me olvido todo lo que sentía, todo lo que pensaba, volví a caer.
Eres igual o muy parecido al joven que conocí hace dos años, el que me encantaba con una mirada, el que me hacía tocar el cielo con solo hablar, eres muy parecido al que solías ser, al príncipe que cambio y se convirtió en un mortal mas; porque no aguantó pertenecer a mi mundo, porque era demasiado para su pobre capacidad de amar.

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